El corazón de Madre Tierra se sincroniza con el corazón de del Padre Sol y en una danza perfecta se crea el equinoccio de Primavera/Otoño, un marcador en el tiempo en donde la luz el día y la oscuridad de la noche tienen la misma duración y nos recuerda que para estar en equilibrio el balance de nuestra luz y sombra es un trabajo interior para ampliar nuestra consciencia.

Te invitamos a crear una ofrenda para Madre Tierra teniendo una vela blanca, flores y semillas que consigas en tu cocina para agradecer por el ciclo que concluye y por el ciclo que inicia y para sincronizarnos al ritmo de Madre Tierra y Padre Sol, con estos elementos crearemos una ceremonia de flores y fuego y una meditación que nos brinde equilibrio interior y desde ahí conectar con nuestro camino de la tierra y de las estrellas.